DIARIO DE CAMPO LOS MODOS DE CONTAR 1

Huyendo del bullicio

En medio de un gran palacio, me encontraba aturdida por el incesante ruido del ir y venir de la multitud que nunca calla, que nunca se detiene….divagando por tan inmenso lugar un exquisito olor dulce y amargo me sedujo, mí inquieta nariz me indico la ruta,” !si, sigue por allí , detrás de esa fuente , al fondo de ese congestionado corredor donde los fieles pagan sus impuestos al rey, avanza, no te detengas¡ “…y así fue. Me encontré con un mágico y apacible espacio, el olor que me trajo se hizo patente, embargo mi cuerpo, era café…

Su efecto se aplaco y luego mis ojos, ¡ Ho mis ojos¡ que han descubierto, un alentador paisaje, era un amplio salón colmado de luz, pues se podía apreciar mas halla de las barandas de su balcón, una vista incomparable que estremeció mi sentimiento de libertad y mi mas profundo deseo de poder volar. 

A su alrededor se hallaban agradables mesas y asientos, donde se posaban personajes que cotidianamente no solía ver en los sitios mas concurridos del palacio, la mayoría disfrutaba del aperitivo principal, otros le acompañaban del inconfundible olor del tabaco. Los colores tierra y fríos de la decoración de las paredes hacían un estupendo contraste con el azul y verde encendido de la panorámica que se logra apreciar desde cualquier punto de vista del salón, materas con flora abundante, particulares ceniceros de bambú, una hermosa maquina de moler café son algunas de las maravillas del lugar, sin olvidar las inmensas farolas que en la noche iluminan junto con la luna todo el recinto y, también las amables plebeyas que con sus servicios amenizan el lugar. Lo admito desde hoy este será mi refugio, mi lugar de encuentro y reelección donde puedo disfrutar del mayor placer de la vida… la tranquilidad.