DIARIO DE CAMPO-El desarrollo inesperado de Caperucita Roja

18.08.2009 18:42

Había una vez una niñita en un pueblo, la más bonita que jamás se hubiera visto; su madre estaba enloquecida con ella y su abuela mucho más todavía. Esta buena mujer le había mandado hacer una caperucita roja y le sentaba tanto que todos la llamaban Caperucita Roja.
Un día su madre, habiendo cocinado unas tortas, le dijo.
-Anda a ver cómo está tu abuela, pues me dicen que ha estado enferma; llévale una torta y este tarrito de mantequilla.

Caperucita Roja partió en seguida a ver a su abuela que vivía en otro pueblo. Al pasar por un bosque, caperucita se dirigía a una de esas desafortunadas casualidades con las que sorprende la vida. Momentos antes,  un  tierno y apacible lobito había abandonado su hogar, ya que su feroz padre no aceptaba la dieta vegetariana de su hijo, y le dijo: 

-Hoy tendrás tu última oportunidad para honrar la tradición carnívora de nuestra familia, y si no lo logras y cazas alguna presa, te condenaré al destierro y abandonar nuestra familia. 

El lobito se dirigió hacia el bosque, triste y pensativo, amaba su familia y no la quería dejar. Entonces tomo coraje, ignoró el dulce olor de las plantas que lo rodeaban, levantó su cabeza para divisar el paisaje, y de pronto advirtió a lo lejos algo que se movía, una presa pequeña pero que lo libraría de su fatal situación, se apresuro alcanzarla y la detuvo. Era caperucita roja, tan dulce e inocente a sus ojos, que el lobo solo le pudo preguntar: 

-¿Hacia dónde te diriges niña?, ella le respondió:

- Voy a la casa de mi abuelita halla tras la montañita

¡Abuelita! Pensó el lobo, debe ser más fea y vieja que esta dulce niña, y tal vez no sea tan malo comérmela a ella, muero de hambre, y esa es mi oportunidad.

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