DIARIO DE CAMPO-El inicio inesperado de Caperucita Roja

El famoso cuento de Caperucita Roja fue escrito originalmente por el francés Charles Perrault hace más de 300 años y está incluido en su volumen: Cuentos de Antaño. El siguiente artículo es una versión editada por Jennifer Cortés Jiménez.

En un pueblito pequeño, frio, inhóspito y de abundantes cosechas, llamado Fredonia, vivía la niña más glotona y holgazana de Antioquia; doña Concubina Tangarife, su madrasta, era una mujer ambiciosa y vanidosa, que además, estaba exasperada con la forma de comer de la niña y su abuela Rubiela de Muñetón mucho más todavía. Esta pretenciosa mujer vivía avergonzada con todas las personas del pueblo por la apariencia de su hijastra, y por ello le mando hacer una caperucita roja, una gran capa que la cubriera lo suficiente para que nadie la pudiera reconocer. Una tarde a la hora del almuerzo, su madrasta a propósito, terminó de freír unas deliciosas empanadas, que apenas significaban un pequeño bocadillo para comelona chica, ella viendo el rostro de desencanto de la pobre, le dijo.

-Anda a ver si tu abuela te invita almorzar, y de paso le llevas estas empanaditas para no pasar de conchuda; y ya sabes, cuidadito con decirle a alguien que yo soy tu madrasta.

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